viernes, 16 de octubre de 2015

INFORMACION RESPECTO AL TEMA

DEFINICIÓN DE LEUCEMIA.


La leucemia es una enfermedad de la sangre por la cual la médula ósea produce glóbulos blancos anormales, denominadas células blásticas leucémicas o células de leucemia. Estas células se dividen reproduciéndose a sí mismas, lo que genera una proliferación neoplásica de células alteradas que no mueren cuando envejecen o se dañan, por lo que se acumulan y van desplazando a las células normales. Esta disminución de células sanas puede ocasionar dificultades en el transporte del oxígeno a los tejidos, en la curación de las infecciones o en el control de las hemorragias. 
Por tratarse de una proliferación de células inmaduras y anormales en la sangre, la leucemia se considera un "cáncer de la sangre".







CAUSAS DE LA LEUCEMIA.
Aunque la causa de las leucemias no se conoce exactamente, se sabe que hay diversos factores que pueden provocar la aparición de esta enfermedad.
  • Genéticos.
  • Inmunodeficiencias.
  • Factores ambientales.
En cuanto a la relación de los factores genéticos con el desarrollo de leucemia, se sabe que la enfermedad es más frecuente en gemelos que en el resto de la población, y padecer trastornos genéticos como el Síndrome de Down y el síndrome de Fanconi supone un factor de riesgo asociado a la aparición de leucemia. Las personas con el sistema inmunitario debilitado por la administración de quimioterapia o fármacos inmunosupresores (que se suministran a pacientes que han sufrido un trasplante de órganos), también son más susceptibles de desarrollar leucemia. Uno de los factores más estudiados son los factores ambientales, sobre todo la exposición a radiaciones ionizantes, sustancias químicas como el benceno y ciertos fármacos, y los virus.
Causas



TIPOS DE LEUCEMIA.


Leucemia linfática aguda

En la leucemia linfática aguda las células que deberían transformarse en linfocitos se vuelven cancerosas y sustituyen a las células normales de la médula ósea, y se diseminan hacia otros órganos (hígado, bazo, riñones, cerebro, ganglios linfáticos...) donde siguen proliferando, y provocan enfermedades como meningitis, anemiainsuficiencia renal y hepática, etc. Se trata del cáncer más frecuente en niños.

Leucemia linfática crónica

La leucemia linfática crónica afecta especialmente a personas mayores de 60 años, y más a los varones que a las mujeres. Los linfocitos cancerosos aumentan en los ganglios linfáticos, para extenderse después al hígado y al bazo, e invadir posteriormente la médula ósea. Esta enfermedad progresa lentamente, y el pronóstico depende de factores como la cantidad de linfocitos en la sangre y la médula ósea, la gravedad de la anemia, y la capacidad del sistema inmune del paciente para luchar contra las infecciones que pueda contraer.

Leucemia mieloide aguda

La leucemia mieloide aguda se caracteriza porque son los mielocitos (las células que deberían convertirse en granulocitos) los que se vuelven cancerosos y sustituyen a las células normales de la médula ósea. Como en el caso anterior, las células leucémicas viajan por el torrente sanguíneo y se instalan en otros órganos, donde siguen creciendo y dividiéndose, causando diversas afecciones (tumores, anemia, meningitis...) y dañando otros órganos. Este tipo de leucemia afecta a personas de cualquier edad, pero sobre todo a los adultos, y se relaciona con la exposición a grandes dosis de radiación y con el empleo de quimioterapia para tratar otras afecciones.

Leucemia mieloide crónica

La leucemia mieloide crónica, que afecta a personas de todas las edades y sexos (aunque no es frecuente en niños pequeños), cursa con anemia y trombocitopenia (escasez de plaquetas en sangre). Las células leucémicas se originan sobre todo en la médula ósea, pero también en el bazo y el hígado. Con el avance de la enfermedad, los pacientes suelen presentar fiebre, fatiga, debilidad, pérdida de apetito y peso, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos y hemorragia.

SÍNTOMAS DE LA LEUCEMIA.

El comienzo es casi siempre agudo, de forma brusca (excepto en los tipos crónicos), y el tiempo que transcurre entre la aparición de los síntomas y el momento del diagnóstico generalmente no sobrepasa los tres meses.
Lo normal es que los pacientes presenten síntomas en el momento del diagnóstico, pero a veces permanecen asintomáticos (sin síntomas) y la leucemia se diagnostica al realizar una analítica de sangre. Con frecuencia refieren astenia (cansancio), anorexia (falta de apetito) y pérdida de peso. La mitad de los pacientes presentan fiebre y sudoración, sobre todo nocturna. En el 50% de los enfermos se aprecia diátesis hemorrágica cutánea o mucosa (hemorragias en la piel o las mucosas).
Puede haber dolores articulares y óseos, sobre todo en los niños. Lo más frecuente es que las células leucémicas invadan el hígado, el bazo y los ganglios linfáticos, produciendo hepatoesplenomegalia (aumento del tamaño de hígado y bazo) y adenopatías. En ocasiones puede afectarse el sistema nervioso, con parálisis de nervios o aumento de la presión intracraneal (dentro del cráneo). La afectación de otros órganos es rara, aunque en las recaídas pueden afectarse las mamas, los testículos y la piel o las mucosas.

Sintomas



DIAGNOSTICO DE LA LEUCEMIA.

La anemia es un dato prácticamente constante en el paciente con leucemia. Por lo general la cifra de leucocitos se halla aumentada (leucocitosis), aunque en algunos casos puede estar disminuida (leucopenia). La cifra de plaquetas es inferior a lo normal (trombopenia). Los síntomas que pueden indicar la presencia de la leucemia son debilidad y sensación de ahogo (a causa de la anemia), infección y fiebre (por la escasez de glóbulos blancos), y hemorragias (sangrado de la nariz y encías). Cuando se examina una muestra de sangre del paciente al microscopio, se observan glóbulos blancos muy inmaduros (blastos). Una biopsia de médula ósea servirá para confirmar el diagnóstico y determinar qué tipo de leucemia sufre el paciente. Los trastornos bioquímicos que se registran con mayor frecuencia son hiperuricemia (ácido úrico elevado),hipocalcemia (calcio bajo), hiperfosfatemia (fósforo elevado), hiperpotasemia (potasio elevado) e incremento de la actividad sérica de la láctico-deshidrogenasa (LDH). Estas alteraciones se observan sobre todo en los casos con leucocitosis, grandes visceromegalias o adenopatías, y reflejan el elevado recambio celular. En algunos enfermos se detecta hipogammaglobulinemia (bajo nivel de gammaglobulinas).
Diagnostico
TRATAMIENTO DE LA LEUCEMIA.

El objetivo del tratamiento de la leucemia es destruir las células cancerosas, para que las células normales puedan volver a crecer en la médula ósea, y evitar la recidiva. En general el tratamiento de la leucemia se basa en la quimioterapia y los trasplantes de médula ósea. Las pautas de la quimioterapia varían dependiendo del tipo de leucemia, de modo que debe individualizarse para cada paciente.
Durante el tratamiento puede ser necesario realizar transfusiones al enfermo para corregir la anemia y las hemorragias, y administrarle antibióticos para tratar las infecciones.
En la quimioterapia se suelen emplear combinaciones de fármacos, y si las células leucémicas reaparecen al cabo del tiempo, el trasplante de médula ósea puede resultar la mejor alternativa de curación para el paciente. Sin embargo, para que esto sea posible es necesario obtener la médula ósea de una persona compatible (HLA-compatible) con el enfermo, normalmente un familiar cercano.
Tratamiento


PRONOSTICO DE LA LEUCEMIA.

El pronóstico depende del tipo de leucemia y la edad y otras circunstancias personales del paciente. La leucemia linfática aguda, sobre todo en niños cuyas edades oscilan entre los 3 y los 7 años, tiene un buen pronóstico, ya que al menos el 50% de los niños está libre de leucemia cinco años después del tratamiento. También un alto porcentaje de enfermos de leucemia mieloide aguda (entre el 50 y el 85%) responde bien al tratamiento, aunque los adultos mayores de 50 años que han contraído la enfermedad tras recibir quimioterapia y radiación como tratamiento de otras enfermedades tienen peor pronóstico. En el caso de la leucemia linfática crónica, la enfermedad progresa lentamente, por lo que el pronóstico se asocia al grado de desarrollo de la leucemia en el momento del diagnóstico, aunque es peor en aquellos pacientes que están muy anémicos. El tratamiento actual de la leucemia mieloide crónica no cura la enfermedad, solo retrasa su avance, y la mayoría de los pacientes mueren en los dos años posteriores al diagnóstico. Su única posibilidad de curación completa es el trasplante de médula ósea, que resulta especialmente eficaz en los estadios iniciales de la enfermedad.
Pronostico


PAGINAS DE APOYO.












OBJETIVOS DEL BLOG

El objetivo de este trabajo es dar a conocer el origen de la leucemia, cuales tipo de leucemia hay  como se puede tratar esta enfermedad en diversos casos, también las causas que lo originan y conllevan para que se pueda dar esta enfermedad hacia las personas.
cuales son las formas de tratar esta enfermedad entre otras.
al igual que se encontraran imágenes de las células que de dañan al momento de que que esta enfermedad es diagnosticada.blog forma parte de una práctica escolar de la materia de NTIC, de la Universidad de Sonora.